Cuanto tiempo dedicamos a hacernos iluciones de algo que con paciencia y esmero anhelamos a que nos ocurra, somos dotados de esa paciencia a la espera de querer seguir en pie firme y sin titubear por algo tal vez inalcanzable.
Quien espera por vocacion es uno de los pocos elegidos en el ritmo del tiempo, es asi que esperamos muchas veces sin saber que es lo que realmente esperamos, quizas sin saber que vendra en un dia incierto y remoto, por ello la espera no se asume de pronto y luego se desecha "Es Vocacion", es la forma de ser quienes cultivamos la paciencia, tarde o temprano algo habra de llegar a quienes esperamos con la conciencia alerta, algo habra de cambiar los causes de los rios internos que cada uno tenemos muchas veces sanjados por experiencias, errores y aciertos, convencido de ello, esperar es el culto de los esperanzados.
Esperanza y espera son virtudes señeras de la conciencia alerta.
Pero, podemos cambiar la espera por aciertos a nuestra propia ventaja??...
Quizas cuando forzamos a que las cosas sucedan rapida y violentamente estamos alejandonos de estas dos virtudes tan escenciales en nuestro actuar, y de este modo nuestra espera se transforma en un plan, del plan en objetivos que nos hacen vulnerables a las medidas que tomemos con el fin de conseguirlos, asi nuestra esperanza se torna meta y esa meta si no se consigue... se torna en una espera inutil.
Y si nos preguntamos... cuanto estamos dispuestos a esperar???
La verdad es que muchas veces perdemos el flujo del tiempo, el espacio superfluo de cuanto anhelamos que suceda o no lo que deseamos, es de este modo en que una simple espera se puede transformar en un ciclo cerrado, una condena perpetua de esperar sin conseguir lo deseado.
Mi yo interno esta dispuesto a esperar, pero, jamas estara dispuesto a condenarse a una espera eterna, las acciones propicias seran las que lleven esta espera a que se transforme en una mirada al horizonte, lo escencial no es tan solo esperar con la cabeza gacha, ni reclinado sobre nuestro comodo asiento, hay que levantar la mirada y aprovechar cada instante para buscar las esperanzas que nos lleven a esperar con ansias aquel momento soñado.
Seguire esperando por aquello que tanto quiero... seguire firme con la esperanza de que algun dia... caemos en la agonia del destino de que "el que espera... desespera??"
Quien espera por vocacion es uno de los pocos elegidos en el ritmo del tiempo, es asi que esperamos muchas veces sin saber que es lo que realmente esperamos, quizas sin saber que vendra en un dia incierto y remoto, por ello la espera no se asume de pronto y luego se desecha "Es Vocacion", es la forma de ser quienes cultivamos la paciencia, tarde o temprano algo habra de llegar a quienes esperamos con la conciencia alerta, algo habra de cambiar los causes de los rios internos que cada uno tenemos muchas veces sanjados por experiencias, errores y aciertos, convencido de ello, esperar es el culto de los esperanzados.
Esperanza y espera son virtudes señeras de la conciencia alerta.
Pero, podemos cambiar la espera por aciertos a nuestra propia ventaja??...
Quizas cuando forzamos a que las cosas sucedan rapida y violentamente estamos alejandonos de estas dos virtudes tan escenciales en nuestro actuar, y de este modo nuestra espera se transforma en un plan, del plan en objetivos que nos hacen vulnerables a las medidas que tomemos con el fin de conseguirlos, asi nuestra esperanza se torna meta y esa meta si no se consigue... se torna en una espera inutil.
Y si nos preguntamos... cuanto estamos dispuestos a esperar???
La verdad es que muchas veces perdemos el flujo del tiempo, el espacio superfluo de cuanto anhelamos que suceda o no lo que deseamos, es de este modo en que una simple espera se puede transformar en un ciclo cerrado, una condena perpetua de esperar sin conseguir lo deseado.
Mi yo interno esta dispuesto a esperar, pero, jamas estara dispuesto a condenarse a una espera eterna, las acciones propicias seran las que lleven esta espera a que se transforme en una mirada al horizonte, lo escencial no es tan solo esperar con la cabeza gacha, ni reclinado sobre nuestro comodo asiento, hay que levantar la mirada y aprovechar cada instante para buscar las esperanzas que nos lleven a esperar con ansias aquel momento soñado.
Seguire esperando por aquello que tanto quiero... seguire firme con la esperanza de que algun dia... caemos en la agonia del destino de que "el que espera... desespera??"
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